Para
poder definir esta modalidad del Elemento Aire, es vital haber comprendido lo
que significa la Fase Simuladora, esa fase en la que se definen las
probabilidades de los planes de vida antes de encarnar. Veamos su definición:
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Se trata de un
estado de simulación simbólico, que utiliza el Alma en su proceso evolutivo,
para confeccionar el diseño de su Plan de Vida, de acuerdo a los estadios de
consciencia en los que se halle y a los tránsitos en los que ha decidido
actuar, de mutuo acuerdo con sus Guías Espirituales y su Origen Cósmico, como
algo propio del sustento de la Entidad.
El
Aire Ciclón no es más que un embudo cuya base se estrecha respecto a su zona
más elevada y cuyo eje crea un agujero negro que va a atraer a toda partícula
que se encuentre relacionada con los elementos creados en la Fase Simuladora, y
que no hayan sido habitados por el alma durante el desarrollo de su plan.
Serían las creaciones desestimadas que únicamente quedan como probabilidades
que nunca formarán parte de la experiencia, debido a que en el ejercicio de
madurez evolutiva, el alma ha modificado sus prioridades y no considera
necesarias esas creaciones que si consideró durante la Fase Simuladora. Ahora esas
probabilidades son “succionadas” por el Aire Ciclón como ejemplos y referencias
para otras almas y como riqueza monádica que permanecerá en estado inerte,
esperando la ocasión de que sea otra entidad quien si las considere.
Activar
el Aire Ciclón para revertir las creaciones desestimadas por el alma, crea un
alivio en la misma, ya que es una evidencia de que ha superado una fase y de
que aprovechó la oportunidad y que además lo hizo con éxito. Regresar esas
energías a su Mónada, también es una conquista para la Entidad Monádica, que
celebrará el crecimiento individual del alma como una progresión de toda el
alma colectiva.
Temple Inanna
